Información vital para los nuevos apostadores. Si eres principiante, te mostramos todo lo que necesitas saber para entender cómo funcionan las apuestas deportivas y, además, algunos consejos para que comiences a realizar tus primeras apuestas con un conocimiento previo y no pierdas tontamente.
Lo más primario para entender cómo funcionan las apuestas es conocer en funcionamiento de las cuotas, también llamadas momios.
Una cuota es la representación numérica de la probabilidad de que un evento ocurra, y también indica cuánto ganarás si aciertas tu pronóstico. Es esencial entender que la cuota actúa como un coeficiente multiplicador de tu inversión en caso de acierto.
Las cuotas o momios se pueden representar de distintas formas. Existe el sistema americano, el decimal y el fraccionario. A manera personal, recomiendo utilizar el decimal, es el más sencillo de entender y el más preciso cuando quieras hacer cálculos.
Para comenzar, vamos a definir qué es una cuota. Una cuota se define en dos partes distintas. Por un lado, una cuota es la representación numérica de la probabilidad de que un evento tenga lugar: que gane el local, que haya más de un cierto número de goles, tarjetas, sets o puntos.
Para conocer el porcentaje de probabilidad que asigna la casa de apuestas es tan sencillo como dividir 1 entre la cuota y multiplicar por 100. Si tenemos una cuota 1.80 entonces: 1/1.80= 0.55 x 100= 55%. Esa es, en teoría, la probabilidad de que ese evento ocurra.
Cada evento de un partido tiene asociada una probabilidad de que ese evento ocurra y, al mismo tiempo, también sirve para indicar cuánto ganarás si aciertas tu pronóstico. Mientras mayor sea la cuota, significa que el evento es menos probable, por lo tanto se paga mejor. Todo lo contrario cuando la cuota es menor.
Por ejemplo, si la cuota es 1.44 y apostamos 10$ dólares, esa cuota 1.44 sería nuestro multiplicador. Es decir, ganaríamos 10 por 1.44, lo que nos daría $14.40 dólares, de los cuales $4.40 serían de beneficio neto más los $10 que habíamos puesto como inversión inicial. O lo que es igual a decir que obtendremos $0.44 por cada $1 apostado.
Si la apuesta resulta errónea, perderás tu inversión inicial. Si la apuesta es nula, nos devuelven nuestro dinero.
Cuando realizamos una apuesta combinada, es decir, cuando juntamos dos o más apuestas simples en una sola, las cuotas se multiplican entre sí, por lo que las ganancias potenciales también se multiplican.
La probabilidad implícita es un concepto crucial que ayuda a entender cuánto valor estás obteniendo de una apuesta. Esta probabilidad se calcula a partir de la cuota ofrecida por la casa de apuestas.
Para calcular esta probabilidad, se divide 1 entre la cuota. Dicho de otra forma, se toma la inversa de la cuota. Por ejemplo, con una cuota de 1.44, 1 entre 1.44 da 0.694, lo que multiplicado por 100 nos da un 69.4%. Esto indica que, según la casa de apuestas, hay un 69.4% de probabilidad de que ese evento ocurra.
Esto se aplica a todas las cuotas:
Aquí es donde nos adentramos en cómo funcionan las apuestas en verdad. El gran secreto de ese juego.
Si realizas el ejercicio anterior con la cuota y su(s) contraparte(s), la suma total debería arrojar un 100%,¿no? Las probabilidades de gana local + empate + gana visitante cubre todos los eventos posibles de un partido, por lo tanto la suma de todas las probabilidades debe ser 100, ¿no?
Haz el experimento y verás…
Que esto no es del todo correcto. Y aquí es donde abres los ojos y aprendes dos conceptos nuevos: el margen y el valor en las apuestas o las apuestas con valor.
Por ejemplo, si sumamos las probabilidades de un partido entre Barcelona y Sevilla, con cuotas de 1.30, 5.75 y 8.00 respectivamente, obtenemos lo siguiente: 1 entre 1.76 es 76.69%, 1 entre 5.17 es 17.39% y 1 entre 8.00 es 12.5%. La suma de estas probabilidades da 106.58%, lo cual es mayor al 100% esperado.
Ese 6.58% adicional es lo que se llama el margen de la casa de apuestas. El margen cumple dos propósitos: impide que puedas hacer apuestas seguras (apostar a todas las opciones y ganar dinero pase lo que pase) y asegura que las casas de apuestas tengan un margen de beneficio. Por ejemplo, si apostamos un total de 100 dólares, la casa de apuestas repartirá en premios solo 95 dólares.
Si eres inteligente seguramente te habrás dado cuenta de lo que esto significa. Al igual que el casino tiene su margen para siempre asegurar ganancias a largo plazo, las casas de apuestas cuentan con el mismo modo de operar. Para ganarle a los sitios de apuestas hace falta más que solo apostar.
¿Te puedes adelantar a ese margen, evitar caer en la trampa e incluso tener el margen de tu lado? Sí, pero eso no te lo enseñaré… porque ya lo enseño en este artículo.
El margen de las casas de apuestas es la diferencia entre la suma de las probabilidades implícitas y el 100%. Este margen asegura que las casas de apuestas siempre tengan una ventaja y ganen dinero a largo plazo.
El margen es esencialmente una comisión que la casa de apuestas cobra por aceptar tu apuesta. Por ejemplo, si las probabilidades de un evento suman 105%, el margen es del 5%. Esto significa que si apostaras en todas las posibles opciones, estarías pagando un 5% extra en total, lo que asegura que la casa de apuestas gane dinero independientemente del resultado.
Por supuesto que se puede ser rentable al largo plazo con las apuestas deportivas a pesar de este margen, pero hace falta más que simplemente apostar pensando en que vas a ganar porque ves mucho fútbol. En este articulo profundizamos en ellos.
Las cuotas en las casas de apuestas no son estáticas. Se ajustan en función del dinero que reciben en diferentes resultados para equilibrar las probabilidades.
En las apuestas existen dos tipos de mercados: los líquidos y los no líquidos. Esto hace referencia a el dinero que se mueve en esos mercados. La popularidad va muy relacionada con la liquides. Los deportes, competiciones o torneos más seguidos son los más líquidos. Las competiciones menos conocidas, como divisiones inferiores o torneos como la memorable copa de raquetbol pakistaní (nunca me la pierdo) mueven menos dinero.
¿Qué quiere decir esto? Que, evidentemente, aquellas competencias o deportes menos menos populares también son menos seguidos por las casas de apuestas. Por lo tanto, es más probable que en competencias como la Champions League, la NBA o los Grand Slam las casas de apuestas tengan mayor conocimientos, lo que se traduce en cuotas más certeras. O sea, más difícil ganarle a la cas.
En mercados menos líquidos se dan mejores oportunidades. Las casas de apuestas no tienen tanto control ni conocimientos sobre esas competencias, por lo que tú puedes adelantarte y sacarles provecho.
Al tener menos certeza sobre los mercados menos líquidos es más probable que las casas ajusten sus cuotas cuando vean anomalías.
Por otro lado, si mucha gente apuesta a la victoria de un equipo, la casa de apuestas puede bajar la cuota de ese equipo para hacer más atractivas las otras opciones y mantener el equilibrio.
Pero no te preocupes, una vez realizada tu apuesta, se te pagará según la cuota establecida sin importar que la cuota actual haya bajado o subido.
Volvamos a algo más light ya que lo que te he soltado seguramente te tiene dando vueltas. Veamos cómo funcionan los diferentes tipos de apuestas más comunes:
Estas son las apuestas más sencillas, donde eliges un único resultado. Por ejemplo, apostar a que un equipo ganará un partido. Se pueden hacer apuestas simples de cualquier evento y mercado. Pero ojo, que sean sencillas no quiere decir que sean fáciles, todo tiene su dificultad. Si no fuese así, el 95% de los apostadores no perderían dinero.
Estas apuestas involucran combinar múltiples selecciones simples en una sola apuesta. Para ganar, todas tus selecciones deben ser correctas. Aunque son más difíciles de ganar, ofrecen pagos más altos. Últimamente, casas de apuestas como Bet365 incluyen opciones como “crear apuestas” que te permiten hacer apuestas combinadas con selecciones del mismo partido.
Estas apuestas se realizan mientras el evento está ocurriendo. Las cuotas cambian en tiempo real basado en el desarrollo del evento. Especialmente recomendadas para quienes siguen los encuentros en vivo y entienden lo que está pasando. Si no es tu caso, mejor ni lo intentes.
Y ahora que lo sabes, es momento de que te adentres más y profundices en lo aprendido, y en mucho más, si es que quieres ganar en las apuestas deportivas. Créeme, lo necesitas. Yo lo necesitaba y no lo hacía, así que perdí mucho dinero. Yo no quiero ahorrarte dinero, quiero que tú te ahorres dinero por tu cuenta.
Así que ya sabes, i quieres adentrarte más a profundidad en este mundo y convertirte en un experto, consulta el resto de contenido que tenemos para ti.